El 4 de mayo sintió lo que es entrar al Monumental y mirarle la cara a esos jugadores que hasta hace no mucho tiempo eran campeones de América. Veía pasar a Maidana, un referente en su puesto, y todavía no se le cruzaba por la cabeza que algún día podía llegar a compartir zaga con él. Lo desbordaba Mora, se fajaba con Alario y en el fragor de la batalla ni se le ocurría considerar la chance de tenerlos de su lado. Y mientras aguarda que se resuelvan esos “pequeños detalles”, le cae la ficha que todo lo que no esperaba que ocurriera ahora está a punto de concretarse.
Tal vez haya caído en la cuenta cuando comenzó a explotarle el teléfono con llamadas con la característica 0054 porque para los medios argentinos era la noticia del día. Con ansiedad, optimismo y esperanza de que todo salga bien, “River es uno de los grandes de Argentina y tiene enormes jugadores. Hay futbolistas espectaculares. Va a ser un orgullo jugar al lado de tantos fenómenos. Esto es algo muy lindo para mí y para mi familia. Espero que esté todo bien”, ruega el defensor ecuatoriano que pretende conquistar el continente con su sorprendente Independiente del Valle y luego ponerse la banda.
-¿Te esperabas esta oportunidad?
-Uno siempre sueña con esto, con jugar fuera de su país, en un equipo poderoso. River es un club conocido a nivel mundial. Si se llega a un acuerdo... Ahora estoy tranquilo, pensando en la final de la Copa ante Nacional de Medellín. Después, me interesaría muchísimo jugar en el Monumental.
-Lo bueno es que ya tuviste esa experiencia y te sumarías con un antecedente no menor para el hincha: hace poco fuiste parte de la eliminación de Boca...
-Es muy lindo el Monumental. Y la de River es una hinchada que alienta los 90 minutos. Estar allí es algo que motiva mucho. Hay que devolverle ese apoyo a la fanaticada con sacrificio.
-¿Sentiste la presión de la gente aquella vez?
-No sólo yo. Todo el equipo. Lo sentimos muchísimo. River, además, jugó muy bien. Nos tuvo los 90 minutos en nuestro campo.
-¿Y contra Boca?
-La última vez que los comparé me metí en un lío (NdeR: había dicho que sintió la presión “más en la cancha de River que en la de Boca”). No era la intención, pero fue así...
-Y ahora posiblemente te toque jugar frente a Boca con la camiseta de River.
-Jugar contra Boca en un clásico va a ser muy lindo. Es algo importantísimo. Muy gratificante. Miraba los partidos entre ellos en Ecuador. y ahora intentaremos vivirlos desde adentro. Son diferentes a todo.
Con 25 años, quizás en una edad ideal, está a un paso de dar el gran salto de su carrera. Sin embargo, antes la tuvo que remar. Y la historia detrás de Arturo Mina tiene una particularidad muy Pipino Cuevas. Quien más lo empujó para que sea futbolista fue... ¡su mamá! Qué tul, eh.
-¿Cómo es eso? Lo más común en Argentina es que mamá te mande a estudiar.
-Lo que pasa es que mi mamá era presidente de un club amateur, el Miura.
-Se respiraba fútbol todo el día en esa casa, ¿no?
-¡Sí! En mi casa hasta mi mamá jugaba al fútbol. Viene en la sangre.
-Imagino que desde chico soñás con esto... ¿Qué te puede dar River?
-Nunca gané un título. Ahora estamos cerca con la Libertadores. Igual, en River me gustaría salir campeón.
Fuente y foto: OLÉ